“Una campaña atípica”.
Por FELIX BETANCES.
La presente campaña electoral que se acerca a su final en
unas horas, se ha diferenciado de otras, por haberse destacado en ella, algunas
situaciones que antes, en lo que se recuerda, no se habían producido.
El término “atípico”, significa algo poco común o no conocido
como costumbre; o sea, algo raro.
¿Qué es lo que hace atípica esta campaña?.
En primer lugar, la forma en cómo el Presidente Danilo
Medina, logra imponer la reelección, con la modificación de una Constitución
que se puede decir, había nacido horas antes (año 2010). Los malabares que tuvo que hacer para
lograrlo, en contra de quien se había erigido como el artífice de la misma, el
Dr. Leonel Fernández y en contra de las aspiraciones de éste, a presentarse
como candidato a la presidencia de la República, y que según se sabe, esto acordado
como un compromiso entre ellos.
En segundo lugar y a pesar de los acuerdos y componendas que
estos hicieron (reelección por reelección, etc.), ante el amotinamiento de
Fernández, se notó un alejamiento de éste al igual que de sus seguidores,
muchos de los cuales, no le perdonan a Danilo haber tomado tal decisión y que
en tal sentido, nunca participaron en dicha campaña, a favor de su Partido o de
su candidato.
En tal sentido, el Presidente candidato Lic. Danilo Medina,
tuvo que asumir una candidatura personalizada, al saber que tenía muchos
adversarios o enemigos silenciosos dentro, razón que le llevó a manifestar en
varias ocasiones, que no confía en encuestas y que las encuestas están en las
Urnas. Además de haber mandado a sus encargados de campaña, a buscar los votos
hasta debajo de las piedras y en consecuencia, tener que encabezar su campaña de manera personal
en todo el País, como en señal de que no cree en nadie y agregar a esto; algo
nunca visto en campaña alguna, como lo es el hecho de llamar telefónicamente a
los ciudadanos dominicanos, para pedirles por favor que voten por él, como en
una demostración de que no cree en los porcentajes que según la mayoría de las encuestas
publicadas, le favorecen.
A pesar de todo esto, lució inmodesto, cuando en un momento
dado, en vez de decir que ganaría en una primera vuelta, dijo que ganaría en “media
vuelta”.
Por otro lado y como parte del atipísmo de la contienda,
encontramos al principal candidato opositor, Lic. Luís Abinader, el cual fue
vulgarmente engañado por un grupo de políticos “desactivados”, que salieron
huyendo del PRD, porque no lograron lo que querían con su presidente Miguel
Vargas Maldonado, a quien satanizaron al salir, calificándolo con los peores epítetos.
Estos, lograron seducir a Luis Abinader para formar lo que
hoy es el PRM, pero que cuando vieron imposible lograr lo que se proponían,
cogieron las de “Villa Diego”, también satanizándolo.
Esto obligó a Abinader a tener que fajarse casi solo, a hacer
una campaña “cuasi mediática”, por carecer de recursos y de gente suficiente
que lo acompañe, y a enfrentarse casi con las manos como dice el refrán popular,
a toda una maquinaria gubernamental y con todos los recursos disponibles.
Hasta el momento y por lo que se aprecia, todo se pinta a
favor del candidato oficial, pero como está dentro de las posibilidades el
hecho de que hasta que el juego no se termina, nadie sabe quién gana, y si la
naturaleza pariese uno de esos abortos que a veces acostumbra; no resultaría raro
ver retornando a los pies de Abinader, pidiendo perdón, a muchos de aquellos
insensatos que lo abandonaron. Así son los políticos dominicanos, muy atípicos.
Esperemos a ver.
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