El Complejo Deportivo de Barahona, de la Gloria al
Purgatorio.
Por FELIX BETANCES.
El Purgatorio, según lo describe la Iglesia Católica, es un
lugar de purificación, donde las Almas que no han vivido una vida pura y
limpia, tienen la oportunidad de purgar los siete pecados originales, antes de
ir a la Gloria. Fue concebido precisamente para aquellos que por el tipo de
pecados cometidos, no merecen ir directamente a la Gloria ni tampoco al
Infierno y cuentan a saber, con la condición de que de ninguna manera podrán
retroceder hacia el Infierno, sino que cumpliendo con las exigencias impuestas,
tienen garantizada su entrada al lugar deseado o esperado; la Gloria.
Según lo define Dante Alighieri en su obra “La Divina
Comedia”; es el lugar donde las Almas deberán vivir un promedio de 30 veces el
tiempo que vivieron en la Tierra, para ser purificadas antes de ir a la Gloria.
Es bueno aclarar de paso, que la Iglesia cristiana luterana, no cree en su
existencia ya que su propulsor Martín Lutero, lo consideró como un ardid de la
Iglesia Católica, para justificar lo que definió como: “la venta de un perdón
adelantado”.
Por mala suerte para nosotros, el Complejo Deportivo de
Barahona mejor conocido como “La Villa Olímpica”, construido para albergar los
V Juegos Deportivos Nacionales que se escenificaron aquí, del 5 al 11 de diciembre
del año 1981, ha recorrido una trayectoria diametralmente opuesta a la que
debió seguir, para el desarrollo sano y el progreso de un pueblo, que no merece
tan mal destino.
Como se explica esto; por ejemplo, el año 1981 después de que
muchos barahoneros y amigos solidarios, hicieran ingentes esfuerzos para
conseguir la Sede de dichos juegos, se cifró como el advenimiento de grandes
esperanzas para el desarrollo deportivo de la Región, en diferentes áreas o
disciplinas del deporte, llegándose a pensar que había llegado el momento
esperado para desarrollar los potenciales de todos los pueblos del Sur, no solo
del municipio cabecera, Santa Cruz de Barahona.
Vayan a ver La Villa Olímpica, un gigantesco elefante blanco
construido de cartón y hueco por dentro, que cuenta con Administrador o
Administradora y algunos empleados; pero que el que ve eso se pregunta: ¿Y qué
es lo que se administran aquí?.
Una piscina olímpica, hoy llena de excrementos y otros
elementos indescriptibles, que hasta alquilándosela a alguien que le de vida,
puede rescatarla y brindar servicios de natación que hasta para fines de salud,
sería importante. Mientras eso se pierde, en Barahona no hay un lugar donde
nadar, a pesar de que dicho ejercicio es recomendado hasta por los médicos,
para fines terapéuticos.
Hay que destacar que desde hace décadas se ha venido
reclamando el rescate de dichas instalaciones para que se pongan en servicios,
y nadie, ninguna autoridad se ha dado por aludida.
Recientemente un grupo
de barahoneros de buena voluntad celebraron el 35 aniversario de lo que se
definió como un gran logro y que pensándolo bien, como dice la canción; no
debieron prestarse a eso, sabiendo en lo que lo han dejado convertir.
Ha ocurrido en Barahona con esa obra, lo opuesto a lo que
plantea la introducción de este artículo y sin la esperanza de que esto pueda
revertirse; que ojalá y un día, quienes tienen el deber de hacerlo despierten y
las cosas tomen el rumbo que deberían seguir porque de lo contrario; aquí no
habrá perdón.
La lógica determina que lo prudente sería, escapar del
Infierno, pasar por el Purgatorio y luego llegar a la Gloria; sin embargo, aquí
vemos que por la ineptitud de quienes nos gobiernan, se salió de la Gloria, se
llegó al Purgatorio y si Dios no mete su mano, como próximo lugar, nos espera
el “…”.
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