¿Evangélicos o políticos errados?.
Por FELIX BETANCES.
El punto más relevante de las instituciones públicas, debe
ser su razón social, aunque unas más que otras, deben contar con inversión de
capitales, domicilio, fines y políticas de manejo, entre otras exigencias.
En el caso de los religiosos, llámense evangélicos
(protestantes) o católicos de cualquier género u otros, se define como “razón social”,
la dedicación y entrega total a la aplicación de sus políticas intrínsecas, en
respuesta directa a los compromisos que les imponen sus naturalezas, dentro de
las cuales se inscribe la evangelización o el convencimiento a través de una obra
estrictamente cristiana, como base lógica de sus compromisos teológicos que
procuran en los individuos, un cambio en sus conductas hacia el “Bien” y en rechazo
del “Mal”.
No es un secreto para nadie, que la política aplicada por los
católicos, siempre ha sido fuertemente criticada por los sectores adversos,
primero por la interdependencia que estos no han podido disimular y los
visibles beneficios que en distintas ocasiones han recibido de los distintos
gobiernos que hemos tenido a través de la historia.
Parte de esos beneficios sin embargo, también han sido
agenciados por los llamados evangélicos quienes aunque no en las mismas
proporciones, los han recibido.
Ahora bien, la forma
indebida de actuar de los unos, no es ni será jamás razón o motivo para que de
igual forma lo hagan los otros, donde se
entiende que deben mantenerse siempre en alto los principios éticos.
En los últimos años, ha sido visible la sumisión y el
entreguismo de (algunos evangélicos) para no generalizar, en el aspecto de la
dependencia político partidista, cosa ésta que dista mucho de lo que debe ser
en términos verdaderamente cristianos.
Vimos hace unos años, como se formó un grupo de Iglesias evangélicas en apoyo a Hipolito
Mejia, en una campaña política; luego lo hicieron con Danilo Medina y ahora,
como para ponerle la tapa al Pomo; como dice el viejo refrán, se aparecen a la Junta Central Electoral, a dar su apoyo
a su Presidente Dr. Roberto Rosario Márquez, tras haberle retirado los Estados
Unidos, sus visados; que de hecho es un derecho incuestionable de cada País en
particular, como también lo es del nuestro.
La pregunta es ¿se manifestarían de la misma manera con cualquier
ciudadano, sea quien fuere, que tuviese la misma suerte?.
Lo más prudente seria,
preocuparse primero por saber cual o cuales fueron las razones que tuvieron los
Estados Unidos para tomar tal decisión y segundo, ocuparse de no ligar dos
cosas que siempre hemos creído, deben mantenerse al margen una de la otra como
son la Política y la Religión.
Estarán todos los evangélicos de acuerdo con la decisión tomada
por ese grupo, que a nombre de ellos, fue a dar ese respaldo al presidente de
la JCE?.
Señores evangélicos, con el mayor respeto que nos merecen; jamás
se logrará el equilibrio, repitiendo lo malo que otros han hecho y a quienes se
les ha criticado.
Solo pedimos a Dios, que si estamos errados, nos ilumine y nos aclare y que no nos permita
caer en las confusiones que hasta hoy se están viendo; pero también que perdone
y redima, a quienes en su nombre, desorientan a los que les siguen por fé..
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