Historia de la escuela de locución
del CILODOBA en Barahona.
Por FELIX BETANCES.
La Escuela de locución del CLD, la
cual nació por iniciativa de varios locutores entre los que se cita a Luis
Terrero, Neuridin Pérez Matos, Hilario Soler, Eduardo Luperón entre otros;
funciona desde mediados de los años 90.
Desde sus inicios, fue una escuela creada sin
fines de lucro, ya que siempre ha funcionado a modo de apoyo a la ciudadanía,
recibiendo solo un aporte de parte de los estudiantes, equivalentes a menos del
50 por ciento de lo que han sido los costos de los cursos que imparte, con
relación a otras escuelas iguales del País.
Dadas esas condiciones, la misma
nunca fue un atractivo económico para los que en ella impartían la docencia;
Wilfrido Peña, Eduardo Luperón e Hilario Soler, quien
en el año 1998, la dejó con un Curso en la etapa final, al presentársele una
salida urgente del País.
Ante la situación, y al no haber
quien la asumiera en esas condiciones, el señor Soler, nos visitó y manifestó
la necesidad de que asumiéramos la terminación del curso a lo que al inicio no
aceptamos, pero que asumimos, para salvar la personalidad de la escuela y el
compromiso contraído por el Círculo. Él
lo puede confirmar.
Dimos continuidad a la misma, en
razón de que a nadie le interesó, porque como ya dijimos, en ella no había
beneficios pero sí muchos compromisos.
En el año 1991, debido a algunas
diferencias, dejamos de impartir clases y la escuela estuvo cerrada por
aproximadamente dos años ya que todos le huían a la realidad.
A solicitud del señor Luis Terrero al
igual que del señor Hilario Soler, reiniciamos las labores, en las mismas
condiciones de subsidio, manteniendo hasta hoy abiertas las puertas de la
misma, con muchos sacrificios, aunque con muchos éxitos.
Hemos laborado con
personalidad, ética, calidad y respeto; a tal punto que en este tiempo, no
ha habido ni siquiera una queja de insatisfacción y en la que han estudiado
distintas personalidades de la Región, entre los que se destacan: abogados,
médicos ingenieros, profesores, enfermeros y enfermeras, periodistas,
religiosos y estudiantes universitarios que en algún momento de sus vidas, han
entendido que podrían encontrar aquí, la respuesta a algunas carencias
expresivas y el manejo público de la buena expresión, quienes hablan por nosotros.
En los últimos años, ha estado
conducida por los docentes Félix Betances, Omayra Mañán y Dannerys Arias y las
clases se imparten en un Aula de la Universidad Autónoma de Santo Domingo
Centro Barahona, mediante una concesión otorgada durante la Dirección del Dr.
Antonio Batista, a través del entonces Presidente del Círculo, Locutor Wilfrido
Peña Gómez y la cual ha sido renovada, en cada cambio de Dirección de dicha
Universidad.
Funciona en forma subsidiada por el
personal docente, ni siquiera por el Círculo de locutores, que es quien debía subsidiarla;
cobrando menos del 50 por ciento de lo que cuesta hacer un curso de locución en
cualquier otra escuela del País. Es esta la razón por la cual en varias
ocasiones anteriores se ha tratado de instalar aquí otras escuelas, las cuales
no han podido permanecer ante esta realidad.
El Círculo en ocasiones
anteriores, lo único que ha hecho es llevar estudiantes “becados” completos o
parcialmente, incluyendo que han sido favorecidos en esta modalidad, hijos y
esposas de varios locutores y locutoras; asumiendo los decentes el compromiso
de aportarles ocho meses de docencia de calidad, sin ningún costo para ellos.
Se trata pues de una zona con precariedades.
Los cursos funcionan con los
estudiantes que los docentes se encargan de motivar ya que el Círculo como tal, no interviene en
nada que no sea recibir la parte del producto que tiene asignada y es oportuno
aclarar, que ha habido cursos donde inician 25 o 30 estudiantes y que por razones
diversas, terminan hasta 8 y 9 estudiantes, y en muchos de los casos, finalizan
con deudas que difícilmente llegan a pagar; imagínense si puede haber
beneficios en un curso como éste, donde los docentes tienen que impartir
docencia a pocos estudiantes y hacerlo con la responsabilidad del compromiso
contraído.
Si hoy existe la Escuela, es porque
hemos hecho grandes sacrificios para mantenerla con la responsabilidad, el
compromiso y el interés de servir a nuestra Región con calidad y respeto que se
merecen quienes a ella se acercan.
Los docentes, hemos mantenido el subsidio de
manera personal, haciendo grandes
sacrificios, sin haber tenido que mendigar ni pedir dádivas a políticos ni a
empresarios, para costear los cursos y todo se ha realizado con incuestionable
calidad.
Los docentes de la misma, hasta el
momento, somos personas con calidad profesional, con criterio, conducta
intachable con respeto, y con una moral pública incuestionable, lo que
garantiza en nosotros, la credibilidad que esto nos ha granjeado en la
población que nos conoce.
Si alguien desea confirmar los resultados,
solo basta con salir a entrevistar a nuestros egresados.
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