Monte Grande, condena de gobiernos y legisladores insensibles.
Por FELIX BETANCES.
Nos habíamos propuesto no volver a escribir acerca del “fiasco”
de la Presa de Monte Grande; pero hay una enseñanza popular que reza: “al perro
huevero, aunque le quemen la boca, sigue comiendo huevos”.
Es tan grande “el Mal”, que a toda la Región han causado los
malos gobiernos de los últimos períodos, llámese los gobiernos del PLD y
especialmente el gobierno del Presidente Danilo Medina, que nadie que sienta en
carne propia los efectos de tan mal trato, puede quedarse callado, a no ser que
se trate de gente masoquista e indolente o que de alguna forma haya vendido su
conciencia si es que alguna vez la tuvo, por miserias económicas, entre otras prebendas.
Se puede definir a Monte Grande sin lugar a equivocarse, como
la obra de más mala suerte, en la historia de las construcciones
gubernamentales de la República Dominicana y cuidado si del mundo. Una obra a
la que se le ha dado cuatro picazos de inicio y con ninguno ha arrancado, a la
que se han destinado cientos de millones de pesos y aun nada se ha hecho.
Lo peor de todo tal y como lo hemos señalado en varias
ocasiones, es que la responsabilidad mayor de la misma, recayó sobre un hijo de
la Región, en quien este pueblo cifró sus más grandes esperanzas, llevándose a
la vez, la más grande y amarga de las decepciones. Alguien ha definido la
negativa del Presidente Medina a la construcción del llamado “Metro del Sur”,
como cuando un Padre niega a un hijo.
Hay que repetir aquí, para que los que no lo sabían lo sepan,
que primero dijo que se construiría dentro del período gubernamental anterior y
que ésta quedaría inaugurada dentro del mismo; “buchiplumas no más”; luego dijo
que se daría todo el apoyo a su desarrollo, cuando finalizaran los trabajos de ampliación
y reconstrucción de la Presa de Sabana Yegua y hoy dice, que se construirá cuando
se concluya con la instalación de las Plantas “ Punta Catalina”, donde todo el
pueblo sabe muy bien, lo que allí ha estado pasando.
Por otro lado, Monte Grande ha padecido la desgracia de no
haber contado con legisladores serios, responsables y comprometidos con el
destino de los pueblos que los han llevado a representarlos, salvo honrosas
excepciones; los cuales no han sido capaces de unificar criterios y acciones en
procura de ejercer la suficiente presión, a favor de una obra que se puede
definir como “el aire para uno que se está asfixiando”. ¡Qué legisladores tan
malos!.
Últimamente hicieron un aguaje y formaron una tal “Comisión”,
con el fin según ellos, de lograr que el Gobierno Central cumpla con su palabra
empeñada frente a la Región, en lo relativo a dicha Presa; ¿pero para qué, si
eso fue no más que una “Comisión Nati-muerta”, la cual pasó inadvertida para el
pueblo que espera ya desilusionado?.
A través de la historia, han sido legisladores de “pacotilla”,
que no han sabido negociar con los gobiernos, la solución de las necesidades de
sus pueblos, como lo hacen los legisladores de otras Regiones del País. Solo se han destacado en ser buenos
levantadores de manos, cuando se trata de aprobar proyectos de leyes y
contratos de préstamos que les llegan desde el Palacio Nacional y de otras
fuentes, en muchos de los casos, de manera tan complaciente, que ni siquiera se
detienen a leer lo que aprueban.
A la mayoría de ellos, sería un irrespeto; llamarles
legisladores.
Con mucha razón nuestros antepasados solían decir: “Las
esperanzas son verdes y se las comen los Burros”; hoy en cambio tenemos que
decir con un trago muy amargo en la garganta: “Las esperanzas de este pobre
pueblo sureño, se las comieron Danilo Medina y los legisladores de la Región”,
la cual llora como una Madre, el abandono y el desaire de sus malos hijos. ¡Adiós
Monte Grande!. ¿Quién lo diría?. Proponemos se hagan, “Los últimos Rezos por
Monte Grande”.
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