martes, 23 de febrero de 2016

Las Huelgas.  Riquezas y frustraciones.

Según el Diccionario, de la Real Academia de la Lengua Española entre otros; La palabra “Huelga” significa: paralización colectiva de actividades laborales, con el fin de lograr algunas reivindicaciones.
Sin embargo, los que hemos vivido más de tres décadas, sabemos muy bien lo que ha pasado en nuestro País, con las llamadas huelgas, que se le han hecho a todos los gobiernos que hemos tenido.

Es cierto que ha habido razones para hacerlas ya que ninguno de los que nos han gobernado, lo han hecho a plena satisfacción de las principales necesidades del pueblo.  Todos han sido demagogos, incumplidores, autocráticos y cabezudos.

Ocurre entonces, que no se dan respuestas acertadas a los principales males que nos afectan, alegando situaciones que a todas luces resultan contradictorias a lo que tratan de justificar.

Esto se evidencia en el hecho de que, luego que pasa el tiempo, se descubre que tantos y tantos ciudadanos de los que administran la Cosa pública, se declaran millonarios y/o multimillonarios, con fortunas que ni en el menor de los casos, pueden justificar.  Es decir, que son los dineros del pueblo, así de sencillo.

Ahora bien, hemos visto por otro lado, que las mismas irresponsabilidades que han tenido los gobiernos, aunque en otro ángulo, las han tenido la mayoría de los dirigentes sindicales que por décadas, también han manejado al pueblo, como si fuésemos un grupo de retrasados mentales.

Estos, a los que me refiero, han hecho grandes fortunas a causa de las precariedades del pueblo, dizque reclamando en su nombre, mientras que cuando pasan dichos movimientos, el pueblo se da cuentas de que negociaron con las autoridades o que simplemente desistieron del movimiento. ¿Qué hubo de por medio?.  $$$$$.

Las huelgas deben hacerlas los trabajadores, y especialmente los trabajadores del Estado, es decir, los servidores públicos, ni siquiera los trabajadores privados, porque los reclamos que repito, no dejan de ser justos, se estarían haciendo contra el Gobierno, no contra el pueblo.

Aquí ocurre lo contrario, ya que se obliga a la población a permanecer en sus hogares en forma forzosa, debido al temor que se crea, ante un estado de inseguridad y de barbarie donde se ataca la propiedad pública y privada y lo peor de todo, donde se pone en peligro las vidas de las personas, no importando sus verdaderas necesidades, ya sean médicas, laborales o de otra naturaleza.

Los grupos populares lamentablemente, han perdido la credibilidad en la población y por tanto, los resultados del movimientos huelguístico, no ha surtido sus efectos.

Señores, los gobiernos no hacen caso a eso, se corren grandes riesgos, y finalmente, no se logra nada, ¿Por qué no pensamos en otra cosa?. ¡No más frustraciones por Dios!...


Locutor: Félix Betances Acosta

12/11/2011.

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