Qué quiso
decir el Presidente. ¿Ustedes lo entendieron?
Recientemente,
el Presidente de la República Dr. Leonel Fernández Reyna, dijo que el debate
para hablar del aumento al presupuesto de educación, tiene que incluir tres
aspectos importantes a su juicio, que son: “Qué enseñar”, “Cómo enseñar” y
“Para qué enseñar”.
Esa es una
realidad irrefutable, a no ser el ingrediente que El agrega como condición para
hablar de algo sobre lo que ya no hay nada que hablar, sino cumplir con la Ley.
El sistema
educativo dominicano como el de cualquier País, tiene que estar basado en esos
elementos por necesidad, si no, estaría condenado al fracaso.
Una muestra
de que esto ha sido así es, que quienes dirigen las instituciones públicas y
privadas, son personas que aprovecharon, asimilaron y asumieron sus compromisos
con esa realidad en sus momentos.
Creo que es
importante que El lo recuerde, pero por qué ahora en la etapa final de su
tercer mandato.
Entiendo
que debió adoptar esos preceptos, como una filosofía a compartir en el sistema
Educativo Nacional, con la finalidad de que esto se consolidara, como la
Reforma del nuevo sistema curricular, que tan buenos resultados dio al País,
con la implementación del Plan Decenal de Educación, lamentablemente ido a
destiempo.
El Plan
Decenal sin embargo, se entendía como el inicio de un nuevo sistema para la
educación dominicana, no aplicable solamente en diez años, sino en etapas
continuas, hasta llegar a alcanzar la consolidación de toda esa estructura.
En cambio,
todo parece indicar que fue poco atractivo para las autoridades, y es que aquí
cuando no se logran grandes beneficios, todo se derrumba, no importa a quien o
a quienes aplaste.
A todas
luces, se cree que no se continuó con el Plan Decenal, porque de hecho eso
conllevaba el gran compromiso de las
autoridades, de garantizar los recursos necesarios, para la modernización de
las estructuras básicas que permitieran
su implementación y desarrollo.
Esto se
evidencia con claridad meridiana, en el hecho del incumplimiento e irrespeto a
la Ley No.66-97 de Educación, en la que se establece el 4 por ciento del
Producto Interno Bruto de la Nación, para el sistema Educativo.
Ha sido
traumático para el País, ver cómo en forma burlona, los gobiernos que han
ejercido el Poder en la República
Dominicana, se acusan entre sí, de la responsabilidad del “incumplimiento” de
la susodicha Ley. Y que incluye
lógicamente al Presidente Fernández, quien rubricó su promulgación.
El 4 por
ciento para la Educación, ha sido politizado en forma vergonzosa, como si fuera
una funda de comida de esas que reparten nuestros atrasados políticos, quienes
creen que es el pueblo el que esta atrasado, mientras que los que están
desfasados son ellos (todos), porque el pueblo sí sabe lo que quiere y lo que
necesita y cómo puede esto resolverse; aunque les siga la corriente.
Los cambios
hay que plantearlos con lógica y visión de futuro y no como coyunturas
políticas del momento.
En tal
sentido, quiero expresar lo siguiente:
Hace unos años,(décadas), el Maestro-@ trabajaba además de sus
conocimientos, con verdadera vocación de servicios; se enseñaba como materia,
la “Moral y Cívica”, con resultados hasta el día de hoy, incuestionables.
Sin
embargo, la sociedad cuenta hoy con maestros y maestras mejor preparados
académicamente hablando, donde se enseña la Educación en Valores dentro de la
Materia llamada “Formación Humana”, y en cambio tenemos una sociedad
visiblemente confundida, en un alto porcentaje, con deficiencias, irrespeto,
desconsideración, desconocimiento casi total del sentido de la responsabilidad,
delincuencia a todos los niveles, entre una interminable lista de cosas.
¿De quien o
quienes han sido las fallas?.
Algunos
ignorantes, se las achacan al Sistema.
Pero los sistemas, no son aberrantes; si no estoy equivocado, son
perfectos o cuasi perfectos, o no son sistemas.
¿Se
respetará alguna vez a este Pueblo? Y
¿Quién lo hará?.
Locutor
Félix: Betances Acosta
Nov.5/2011.
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